JESUS SACERDOTE Y LOS
SACERDOTES
Beata Concepción Cabrera
de Armida
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          Al ofrecerme Yo al Padre en la Misa,
  al inmolarme en el altar, honrando con mi 
  sacrificio a mi amado Padre, desde que establecí mi Iglesia, no me
  ofrezco en las Misas Yo solo, sino que Conmigo ofrezco a todos los Sacerdotes
  del mundo porque todos están en Mí, único
  Sacerdote, en razón de mi Unidad.        Y más aún, desde que me encarné en
  María, desde que me puse a la disposición amorosa de mi Padre diciéndole;
  “Aquí estoy”, no me puse a su disposición sólo para cualquier sacrifico,
  sino con todos los Sacerdotes en Mí, fecundados
  por Mi Padre por obra del Espíritu Santo en
  María.         Y más te diré, hija, mi paso por la tierra. Yo tenía el futuro
  presente y Yo representaba ante mi Padre el presente y el futuro, y viendo a
  todos los Sacerdotes en Mí, con ellos nací, trabajé, convertí, sufrí, morí y
  resucité. Siempre he llevado en mi Corazón esa fibra santa y fecunda
  de Mi Padre en sus Sacerdotes. Eternamente ya estaban
  Conmigo, en María, no se apartaron de Mí y
  en mi vida y en mi muerte y en mi Resurrección y en mi Iglesia y en el cielo,
  siempre los llevo adheridos a mi alma,
  son como parte de mi Ser humano divinizado y los tengo y los cuento como
  otros Yo, como carne de mi Carne y almas de mi Alma y Espíritu de Mi
  Espíritu.  | 
  
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